domingo, 7 de octubre de 2007

190398

Me gusta escuchar
con parsimonia el alma
dejarle hablar....
lentamente me posee,
y no se, la siento viva.
A veces esa voz eres tú
y llegas despacio, sin querer.
cuando pienso sin pensar
y reto a la consciencia
entonces y no sólo entonces,
se crea un ambiente extraño
que empieza en las pupilas
y se pierde olvidado
mientras viaja por las venas.

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